Sira Domarco, Ir a inicio

Gorros sanitarios y por qué no, favorecedores!!!

Tengo que reconocer que no sé cómo empezar la narración de este blog. El tema del que voy a tratar y el porqué de estos gorros es un tema sensible que me merece el mayor de los respetos y no quisiera que se viera como algo frívolo o simplemente comercial.

Si tuviera que ponerle una fecha de inicio, sería el del mes de marzo en plena pandemia, cuando todos estábamos cerrados a cal y canto, excepto aquellas personas que estaban dando lo mejor de sí mismas, a costa de su salud en muchas ocasiones.

Desde Zamora, Tere, a la que nos unen lazos de sangre y afectivos, y toda una artista con el patronaje y la máquina de coser, nor pidió telas, gomas, TCN, lo que tuviéramos a mano, para fabricar mascarillas para una residencia de ancianos en Cáceres. No lo pensamos ni un minuto, recopilamos todo lo que pudimos e hicimos varios envíos.

Como Tere es generosa y no para, siguió cosiendo para gente que no disponía o no podía conseguir mascarillas y se lo solicitaba.

En el momento en el que todo el mundo estaba servido nos hizo unas pocas para nosotras y para regalar a nuestras clientas. Tengo que decir que eran tan maravillosas (no os vayáis a creer que fue fácil, hizo muchos modelos hasta dar con el idóneo) que empezaron a pedirnos que las vendiésemos.

La verdad, no las tenemos en la web porque las hacemos en nuestros ratos libres y la producción es muy pequeñita, según llegan a tienda cada semana se venden de inmediato.

Y ahora llegamos al meollo de la cuestión, a Tere se le encendió la bombilla y nos propuso hacernos unos gorros para nuestras clientas sanitarias. Dijimos siiiiiiii de inmediato, sabíamos que iban a estar bien confeccionados, lo que no imáginábamos era que iban a ser tan bonitos.

Hasta llegar al patrón definitivo pasaron en test de las “Beas”, médica y enfermera en el CHUO de Ourense, nos hicieron sugerencias (los llevan 8 horas) para que fueran lo más cómodos y funcionales posibles.

Y así sin más, cuando ya habíamos regalado unos cuantos y estrenaron quirófano, empezaron a pedirnos más compañeras, para clínicas dentales,  cocineras y alguna persona en tratamiento con quimioterapia… No dábamos crédito, así que ahí entró en juego nuestro taller de Allariz, pues los pedidos iban en aumento y nadie mejor que nuestro taller de cabecera para continuar con esta labor iniciada por Tere.

Así de sencillo se inició la aventura de nuestros gorros, que tengo que decirlo, están teniendo un éxito que no esperábamos.

No dudamos ni un minuto que de la venta de los gorros, una parte tenía que ir destinado a una obra o fin social. En contra de lo que mucha gente pueda pensar (el pensamiento es libre y nosotras ahí no podemos hacer nada) no se trata de una cuestión publicitaria o de marketing, simplemente es una acto de responsabilidad social corporativa.

Cuando nos sentamos a hablarlo, teníamos claro que lo poco o mucho que pudiésemos aportar (somos un granito de arena en el desierto) iría a una asociación, que no voy a nombrar porque de momento preferimos mantenerlo así (llegado el momento lo sabréis), por ello el 10%  de la venta de cada gorro va destinado para ese fin social.

Nuestro más sincero agradecimiento a Tere, sin ella estos gorros no habrían visto la luz ni serían tan bonitos, pero por supuesto, gracias de corazón a todas nuestras clientas, especialmente a esas sanitarias y sanitarios que se están dejando la piel por todos nosotros, y además lo hacen con la mejor de las sonrisas.

Gracias a nuestras modelos, Laura “Larguita” y Tania, enfermera y médica, respectivamente, nadie mejor que ellas para lucirlos y a Montse por decir siempre que sí.

Sira Domarco
Sira Domarco

Como dice Chavela Vargas en "Las Simples Cosas": "...Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida y entonces comprende cómo están de ausentes las cosas queridas..."

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