Sira Domarco, Ir a inicio

Echando la vista atrás

Pues aquí estamos, en la última publicación de 2019. Todos los años por estas fechas suelo hacer un análisis de los últimos 365 días -imagino que como todo el mundo- y comprobar cómo ha ido el año. Me vais a permitir que en esta ocasión no os hable ni de moda ni de tendencias, simplemente que escriba por el simple placer de escribir, desde mi parte más personal y emocional.

Tenemos tendencia a calificar un año como bueno o malo, en función de lo que nos haya pasado, a nivel personal, familiar, económico… Es cierto que hay “Annus Horríbilis” que es mejor olvidar, pero soy de la opinión que, si puedo, saco lo mejor de cada situación y tiendo a olvidar aquello que no es muy positivo. De este modo, el balance siempre está a mi favor.

Soy una persona optimista por naturaleza, siempre tiendo a ver el lado bueno de las cosas y procuro ver lo mejor de cada persona; creedme, ayuda a estar en paz con uno mismo y con el mundo.

Este 2019 me ha dejado algo de todo, la salud me ha jugado alguna mala pasada, en mi persona y en la de aquellos a los que quiero, pero pienso: estamos aquí, seguimos adelante, lo malo pasó, pues nada, a levantarse, seguir hacia adelante y a por otra cosa mariposa que lo que no te mata te hace más fuerte.

Soy afortunada en el amor, en el más amplio sentido de la palabra, pareja, hijos, familia y amigos. Quiero y me siento querida y valorada ¿Tiene esto un secreto? Pues sí, como dice mi compañero de vida, el amor es algo que se cuida y se mima día a día, no pensemos a largo plazo, vivamos el presente de forma plena. En ocasiones creemos que los grandes gestos son los importantes, yo hace ya mucho tiempo que he descubierto que el secreto está en la magia de las pequeñas cosas. Una infusión compartida delante de la chimenea, una buena película con manta y sofá, un ratito en la cama con alguna de mis hijas, escuchar a alguien que no tiene un buen día y necesita un hombro sobre el que llorar, decirle a mi mejor amiga que la quiero, y así una larga lista.

Las quejas, las eternas quejas ¿Conocéis a alguna persona que se pase la vida quejándose por todo o hablando más siempre de alguien? Yo sí, y ¡NO LO AGUANTOOOOOO!!!!!! Es tóxico, insano y no conduce más que al cansancio y al hartazgo. Yo ya me he plantado y he dicho “hasta aquí!, no quiero personas así en mi vida, si doy lo mejor de mí, no voy a permitir que venga alguien a romper ese equilibrio ¡faltaría más! Esa es la otra lección que he extraído de 2019, aprender a decir basta, ahora es mi momento. Os recomiendo que lo practiquéis, se os queda un cuerpo divino… Recordad, como dice mi querida Glinda, que las “buenas vibras, atraen a las buenas vibras!.

Y ahora sí, es momento también de dar las GRACIAS -no sé cómo me las arreglo pero me paso la vida dando las gracias, siempre tengo la sensación de que no merezco tanto. Si tuviera que enumerar a todas y cada una de las personas a las que les debo unas palabras de agradecimiento no terminaría nunca, así que desde aquí lanzo unas gracias inmensas a todos aquellos que habéis pasado por mi vida y me habéis dado un poco o mucho de felicidad. En especial, eso sí, gracias a todas esas mujeres valientes que se han prestado a ponerse delante del objetivo de la cámara y que se han portado como auténticas profesionales, nuestras chicas “Sira Domarco Allariz” y por supuesto a todas y a cada una de nuestras clientas.

Queda muy poco para que acabe el año, vamos a disfrutarlo junto a aquellos a los que queremos y que el 2020 venga como le dé la gana, total, en nuestras manos está darle la vuelta y llevarlo a donde queramos.

Feliz ano novo, feliz año nuevo, feliç any nou, urte berri zoriontsua, happy new year, bonne année.

Sira Domarco
Sira Domarco

Como dice Chavela Vargas en "Las Simples Cosas": "...Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida y entonces comprende cómo están de ausentes las cosas queridas..."

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