Supongo que todos recordamos la imagen de Holly frente al escaparate de Tiffany´s con un maravillosos vestido negro adornado con un collar de cuatro vueltas de perlas, fumando en una boquilla larga.
¿Quién de nosotros no ha querido ser Holly?, ¿Quién no ha soñado con entrar en Tiffany´s y probarse uno de esos diamantes? Yo, desde luego, sí.
En esa escena pudimos comprobar el poder de la bisutería, aunque por otro lado, ni su protagonista, ni ese maravilloso vestido de Givenchy, necesitaban mucho aderezo.
Yo digo que en mis joyeros siempre hay sitio para una pieza más. No me canso, se puede decir que es un vicio, y creedme, me la pongo toda, por temporadas, pero siempre rescato alguna pieza que no sabía que tenía.
Por supuesto que me gustan las joyas, conozco pocas mujeres a las que no les gustan. Os voy a confesar una cosa, hace ya unos cuantos años me las robaron TODAS, y cuando digo todas es todas, joyas, bisutería buena bisutería comprada en mis viajes, mis joyas de bebé…, desde entonces sólo tengo lo que llevo puesto, que tiene más valor sentimental que económico. (Ahora ya sabéis por qué llevo siempre los mismos anillos).
En uno de los últimos post que publicamos os preguntaba qué pieza os gustaba más, pendientes, anillos, collares… Ganaron por goleada los pendientes, y lleváis razón al decir que sin ellos os veis desnudas, a mi me pasa lo mismo, enmarcan nuestra cara y es lo primero que ven de nosotras. No salgo sin ellos ni a por el pan.
Bajo mi punto de vista hay dos piezas que no deben faltar nunca.
Unas perlas, unas simples bolas blancas favorecen a cualquiera, aportan luz a la cara y no restan importancia al resto de complementos. Por supuesto que hay diseños más trabajados y son espectaculares, pero si no tenéis unas bolitas deberíais ir corriendo a por unas (no hace falta gastarse un dineral).
Unos aros dorados, ese es otro infalible, pasan los años, pasan las modas, pero siempre, siempre están presentes. El tamaño y la forma lo dejo a vuestro gusto y por supuesto a la forma de vuestra cara.
Antes de enseñaros cuales han sido mis infalibles de esta temporada, dejad que os haga una puntualización. Las piezas que cubren nuestro lóbulo, favorecen como ninguna, al menos a mí, especialmente si lo tenemos algo rasgado o caído, dan volumen a nuestra cara, recordadlo siempre.
Y ahora sí, vamos al lío con mis infalibles. Normalmente las piezas que veis en tienda ya están en mi poder unas semanas antes, cuando vemos muestrarios soy incapaz de resistirme y tengo claro cuáles se quedan conmigo, aunque luego siempre cae alguna más…
Las primeras piezas que entraron en mi joyero son estos pendientes de círculos junto con su brazalete y collar haciendo juego. Me los habéis visto en infinidad de ocasiones, son un “fondo de armario”, me los pongo con todo. En outfits más arreglados o con un vaquero y una blusa. Me funcionan siempre. Es raro que me lo ponga todo junto, pero cada vez soy más barroca (será la edad).
De inmediato supe que estos aros tenían mi nombre. Son diferentes, tiene volumen, no pasan desapercibidos, pero al mismo tiempo tienen un toque muy chic. Os podéis colocar un jersey negro y ya veréis el resultado. No hace falta mucho más.
¿Os acordáis de los semanarios? ¿El ruido que hace cuando movemos nuestras manos? Nunca he tenido ninguno, pero a mí, que soy de gesticular mucho con ellas, me vuelve loca este sonidito. Estas pulseras de esmalte me los recuerdan (salvando las distancias), pensé en comprarme una, luego dos, y al final cayeron las tres. Siempre me pongo dos o tres, depende de la ropa, una sola jamás, necesito ese sonido.
Siguiendo en la línea de los dorados no podía dejar escapar esta pulsera de malla. Le ocurre lo mismo que a los aros, simplicidad en la ropa, recargo de complementos.
Por último, y no canto victoria, me fui a la resina y me quedé con la colección completa de tucán. No tienen nada que ver con todo lo anterior, pero me fascinó, además me veía muy favorecida con ella, claro que en este caso opté por el pendiente de botón, sabía que le iba a sacar más partido.
Esta pieza de la que os voy a hablar no es de esta temporada, pero me tiene loca, por color y por material.
Son los pendientes filigrana elaborados con pétalos de hortensias naturales de la firma Full Off Grace. Sí sí, habéis escuchado bien, pétalos. Se elaboran en Colombia, concretamente en Medellín, secan los pétalos, los tiñen y con ellos elaboran infinidad de piezas. Nosotras en tienda tenemos una pequeña selección, ya queda muy poco, pero temporada tras temporada triunfan, por algo será. Los vi y pensé, uno más no me va a hacer daño, y además están en outlet.
Como podéis observar no soy mucho de plata y no soy especialmente minimalista, pero sé que muchas de vosotras sí, por lo que os dejo una selección de piezas que son espectaculares, por diseño y por calidad.
Sólo una advertencia, mucho ojo con la colección Snake, si no os dan miedo las serpientes, no os lo penséis. Palabrita de Sira que acertáis de pleno.
Casi no se nota que me gusta la bisutería, ¿verdad?
Un beso y a cuidarse
Como dice Chavela Vargas en "Las Simples Cosas": "...Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida y entonces comprende cómo están de ausentes las cosas queridas..."
